Promesas incumplidas

Lic. Evaristo Morales Huertas

El sistema de gobierno que nos hemos dado los mexicanos, es el de ser una república representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental (art. 40 Constitucional).

El párrafo segundo del artículo 41 de la misma Constitución, establece que: “La renovación de los poderes legislativo y ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas”.

De esta manera cada entidad federativa organiza su procedimiento electoral estatal, a través de un ente autónomo responsable de las elecciones, donde se trata de cumplir las bases bajo las cuales deben efectuarse las mismas.

Registrados ante el órgano Electoral los candidatos de cada partido disponen de un determinado tiempo para promover su imagen y la de su partido, dando a conocer cuál sería su programa de gobierno en caso de ser favorecido con el voto popular.

Es en el inicio de las campañas políticas, donde se presenta la mas difícil disyuntiva a los candidatos: Hablar con la verdad al electorado sobre lo que realmente se realizará o hacer falsas promesas de de acciones y obras que de antemano sabe no podrá cumplir.

Esta consiente que si opta por lo primero, sus posibilidades de triunfo se reducirían, y que denostar al adversario político, no es la mejor forma de conquistar el voto, aunque a muchos candidatos _caso López Obrador_ les ha resultado bastante positivo enfrentar y denunciar a las autoridades en funciones, sabedor que de ahí proviene el candidato opositor.

Por otra parte un candidato que a su electorado sólo le hace escuchar lamentaciones y sinsabores, pero que además en su mensaje no encuentra ningún signo  alentador para mejorar la situación del estado, sin duda que su voto será en contra o por lo menos pensará dos veces antes de apoyar a un indeciso y pusilánime.

Quienes de organizar y dirigir campañas electorales han hecho un prospero negocio, todo lo expresado anteriormente lo saben muy bien, por eso  la constante es que la imagen del candidato, debe sublimizase al máximo y si para ello es necesario recurrir a mentiras o posiciones demagógicos, debe hacerse con tal de obtener para su candidato el triunfo que lo entronice en el poder: El fin justifica los medios.

Por eso las campañas se han prostituido y están llenas de mentiras que el candidato a fuerza de repetirlas llega él mismo a creerlas y en esto, todos los partidos recurren a ello, verbigracia el gobierno del empleo de Felipe Calderón que en esa materia resultó un fiasco.

Esto habla de la pobreza de un electorado que prefiere votar por candidatos, sin importarle saber de antemano que nunca podrá cumplir con sus promesas de campaña pero aún así mantiene la esperanza que cumpla con algunas de ellas. Paradoja, nuestros votantes eligen dar oídos a falsas promesas y hacerse la ilusión de que eso mejorará su situación, que escuchar a un candidato honrado exponer un plan de gobierno austero y republicano.

¿Será esta la razón por la cual los gobiernos siguen destinando solo un mínimo porcentaje del presupuesto para educación de los mexicanos?, sin duda que sí, pero cuidado porque también la ignorancia es causa de la ruina social de un pueblo y México está al borde del colapso, sin exageraciones ni pesimismos.-HASTA DENTRO DE OCHO DIAS, SI EL QUE MANDA NO ORDENA OTRA COSA.

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