Unidos contra la barbarie
Jorge E. Lara de la Fraga | Tiempo de Veracruz | enero 18, 2011 at 11:05 PMPor: Jorge E. Lara de la Fraga.
Los casi 35,000 muertos durante el sexenio son un indicador del fracaso. Xalapa y Veracruz son ya parte de la terrible estadística.
La campaña general ¡Basta de sangre!, impulsada por Eduardo del Río (Rius), Julio Scherer, caricaturistas de avanzada como El Fisgón, Hernández, Rocha, Magú y otros, así como de intelectuales reconocidos como Fernando del Paso, ha calado hondo en el sentir ciudadano porque todos observamos con enojo, impotencia y estupor que el Primer Mandatario prosigue con su política obcecada de combatir al narcotráfico a través de las armas, propiciando mayor violencia y víctimas múltiples, entre las cuales se elevan las cifras de inocentes caídos en esa “guerra civil” encubierta. Hace un año externé por escrito que mientras en nuestro país vivimos una atmósfera de terror e inseguridad, nuestros singulares primos de Norteamérica ni sudan ni se acongojan; están gozosos mientras les lleguen “de su traspatio favorito” sus buenas remesas de enervantes. Así, en tanto Felipe trata de ser el vecino obediente, el “Tío Sam” continúa procediendo como el gran hipócrita y como el consumidor insaciable.
Varios analistas, técnicos en seguridad pública y especialistas en la confrontación contra el crimen organizado han externado la imperiosa necesidad de variar los procedimientos para combatir a ese flagelo social, a esa “hidra de Lerna”, pero las autoridades federales del más alto nivel han ignorado olímpicamente los planteamientos alternativos. Es tiempo ya que la sociedad civil se haga presente en el escenario nacional, pues se observa un ilógico desinterés sobre el tema de parte de la mayoría de los representantes populares, quienes se enfrascan compulsivamente en los procesos electorales y se olvidan de la problemática vigente. Estamos ya en el 2011 y es lapso suficiente para valorar lo que se ha logrado en 4 años y también mensurar lo que resta por hacer en el espinoso asunto del narcotráfico. Hay que reclamarle como pueblo al Presidente de la República por los errores cometidos en sus acciones belicistas y demandarle la implementación de una gran consulta, para que la gente indique si se sigue por el mismo sendero o se emprenden nuevas vías de solución.
Rius es muy claro en sus propósitos de azuzar a los conciudadanos; ni más ni menos indica que la campaña ¡Basta de sangre! es una medida para despertar conciencias, para incendiar o incentivar a ese gran conglomerado de “agachados” que no quiere abrir la boca porque tiene miedo. Pero Eduardo del Río, autor de muchas “monerías”, no sólo tira la piedra y esconde la mano; hombre con valor civil y con autoridad moral le manifiesta coloquialmente al inquilino de Los Pinos: “Tú eres el responsable de una estrategia fallida e irresponsable. Tu falsa guerra es anticonstitucional y la estamos pagando todos. La persecución militar y policíaca no puede por sí misma derrotar al narco… En esta lucha sangrienta sólo se ha conseguido encarecer la droga y abaratar la vida…”
En razón de espacio y para culminar el presente comentario, incorporo aportaciones breves sobre el tópico de tres intelectuales. Elena Poniatowska indica: “En nuestro país, el abrir los periódicos es ahora un mazazo al conocer todas las noticias acerca de la violencia que se vive. En una sociedad donde existe un abismo entre las clases sociales, el que haya unión puede ser una autoprotección, porque en lo particular estamos indefensos”. Elmer Mendoza, apunta: “Es absurdo que esté muriendo tanta gente… Demostremos que somos una sociedad fuerte, salgamos a las calles; no permitamos que nos quiten la dignidad y la herencia especial de nuestros ancestros…” Finalmente Luis Mario Moncada concluye: “¡Basta de sangre! es una expresión de hartazgo de una sociedad que no ha sido consultada sobre situaciones muy complejas que parecen responder más a estrategias políticas que a una verdadera política de Estado en materia de seguridad…”.