La Universidad Tradicional se ha convertido en un Laberinto

Por: Rafael Rogelio Pensado Gómez.

“El futuro pertenece a quienes puedan hacer que las nuevas generaciones tengan esperanza”

La Universidad como incubadora, como guardería y generadora de profesionales como tradicionalmente se ha llevado, es un modelo acabado, que los jóvenes con la tecnología globalizada disponible y la sociedad actual, requiere y exige actualizar, es un modelo rebasado, en algunas hay saturación, en muchas hay limitaciones de cabida y prácticamente en todas falta el enfoque emprendedor y la vinculación con los sectores fundamentales de la economía, industria y la sociedad en su conjunto.

La saturación en la demanda de profesionistas genera desocupación indeseable, desleal competencia y abaratamiento de los distintos gremios colegiados ¿o no?

Se ha llegado a un punto en que es menester platear y lograr que surja una Universidad vinculada hasta el tuétano con la sociedad, pensando en sus jóvenes y en el aprovechamiento de su vitalidad, empuje, creatividad y sus enormes esperanzas de ser, hacer y tener: trabajo, vivienda, automóvil, educación, seguridad social y bienestar económico. En general, que lo rescaten de lo que vive hoy y eso tiene que llegarle desde una nueva propuesta de universidad, con licenciaturas en todas las ramas de la ciencia, la cultura y las artes, que cubra los valores biológicos, políticos, sociales, filosóficos, morales, éticos y tecnológicos, con preparación bilingüe en talleres y laboratorios en todas la cerreras, desde su propio ramo, con dominio de la jerga de cada oficio, pensando en las lenguas extranjeras y en la propia, que tiene enfoques, con preparación profesional y práctica en talleres y laboratorios de las materias básicas, que les permita egresar con espíritu emprendedor y diligentemente preparados, pagando su educación de acuerdo a sus posibilidades, pero pagando, con apoyos gubernamentales y patronatos adoc.

No se trata de partir de cero, en el País y en Veracruz hay muchas universidades y de ellas muchos egresados de alto rendimiento, se unirán en el propósito a contracorriente de formar las plantillas de Docentes-Tutores que con nueva visión aporten las bases de las nuevas universidades que la actualidad requiere. Por otro lado da la impresión a los egresados, de las universidades tradicionales, sin atribuírselo a la crisis económica, sino a la crisis de valores “in situ”, de la universidad, se ha convertido en los últimos 20 años en: “Un laberinto, es decir una casa labrada para confundir al hombre y a la sociedad en su conjunto, su arquitectura, pródiga en asimetrías, está subordinada a ese fin. Abundan el corredor sin salida, la alta ventana inalcanzable, la aparatosa puerta que da a una celda (subocupación mal retribuida) o a un pozo (desocupación) las escaleras son inversas con peldaños hacia abajo, que mueren sin llegar a ninguna parte”.

Pienso finalmente que en materia de Educación Superior, en la propuesta de las nuevas universidades; el futuro pertenece a los gobernantes, periodistas, rectores, maestros-tutores y patronatos que puedan hacer que las nuevas generaciones tengan alguna esperanza y que:  “El mejor regalo que puedan hacerle a los jóvenes es brindarles una atención integra.”