Breves reflexiones sobre el analfabetismo (Última Parte)

BREVES REFLEXIONES SOBRE EL ANALFABETISMO

(Última parte)

Por: Carlos Jorge Aguilar

En el artículo pasado dijimos que la alfabetización es un derecho universal del ser humano, que enseñar a leer y escribir debe constituir uno de los objetivos más importantes del Estado mexicano, que los estudiosos de los procesos de alfabetización en el mundo coinciden en señalar que el éxito de cualquier programa o campaña de alfabetización con adultos, depende, en gran medida, del grado en que dichos programas logren insertarse en modelos de desarrollo que impliquen transformación social y que en términos de la teoría psicogenética una persona alfabetizada debe lograr su autonomía didáctica en la lectura, la escritura, el cálculo básico, además de ser capaz de vincular lo aprendido con la práctica de leer, escribir, así como de hacer cuentas.

Ahora reflexionaremos acerca de la importancia que tiene para la sociedad y el Estado mexicano lograr alfabetizar a las personas. En primer lugar al alcanzar este derecho se aplica con creces el valor de la justicia social, porque a corto plazo no sólo se observarán resultados inmediatos con los actores principales, sino efectos trascendentes así como duraderos a futuro, pues tendrán la posibilidad real de participar tanto en la educación como en la salud de sus hijos o nietos, de la familia, en el mejoramiento de la comunidad, así como de la sociedad en su conjunto, viéndose reflejado en la disminución de las tasas de natalidad, la mayor apreciación de la escuela, la mayor educación de los hijos, una mayor autoestima, la equidad de género, el empoderamiento de las mujeres y en términos generales, en el desarrollo integral de los niños.

Su adquisición reconoce una mayor eficacia en la defensa y promoción de los derechos humanos, tanto de los interesados como de su grupo social, contribuyendo a la construcción de una sociedad democrática ya que posibilita la seguridad de una participación cívica política con responsabilidad y conocimiento de sus derechos.

Por otra parte alfabetizar es un proceso largo y diversificado que va unido tanto al crecimiento como al desarrollo de los seres humanos y de las comunidades. El dominio de la alfabetización requiere de habilidades que permiten reflexionar, analizar, deducir, sintetizar, tomar decisiones correctas, en la vida, etc. Lo anterior implica tiempo y recursos para asegurar su plenitud, involucra a su vez, a personal con voluntad de alfabetizar debidamente formado y capaz de establecer las necesarias relaciones entre aprendizaje y contexto, es decir un profesional de la educación de adultos.

Por último y a petición de un estimado lector platicaremos un poco acerca de la diferencia entre alfabetización simple o convencional y alfabetización funcional. La primera consiste simplemente en saber responder a la pregunta censal ¿Sabe usted leer y escribir? y más recientemente, delimitada a elaborar un recado así como escribir su nombre, a las personas que se encuentran en esta situación se les dificulta o no pueden resolver problemas de lectoescritura, como consultar un diccionario o un directorio telefónico, leer una carta o un letrero, hacer un telegrama, rellenar una solicitud para un puesto de trabajo, seguir instrucciones escritas, leer e interpretar un texto, etc. El alfabetismo funcional, supone la competencia en el uso de la lengua escrita para aplicarla adecuadamente en la resolución de problemas económicos, sociales y políticos en el mundo en el que se vive. Se suele considerar que la alfabetización logra el alfabetismo simple o convencional, y la postalfabetización logra la alfabetización funcional e incluso la continuidad educativa.

Como sociedad tenemos que reconocer la importancia del trabajo educativo con adultos, así como apoyar los programas que promueva el gobierno, como el que tiene contemplado el Dr. Javier Duarte de Ochoa, Gobernador del Estado, dentro del marco del Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016, del Programa ADELANTE y del Programa de Educación 2011-2016. El Secretario de Educación de Veracruz, Lic. Adolfo Mota Hernández, está coordinando esfuerzos en este tema con la participación, como alfabetizadores, de muchos jóvenes estudiantes de educación media superior y superior y del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos. Se requiere la colaboración solidaria de más personas de la sociedad civil, de profesores de educación básica, media superior y superior, de educación indígena, de los estudiantes universitarios, de los profesionistas, de los docentes de las escuelas particulares, de los grupos religiosos, de las Organizaciones no Gubernamentales, etc., para que muy pronto se logre que todo Veracruz sepa leer y escribir en el amplio sentido de la palabra.
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