¡Acoso laboral! ¿Negligencia, estupidez o perversión?
Marco Antonio Figueroa Quinto | Tiempo de Veracruz | marzo 16, 2013 at 10:23 PM¡ACOSO LABORAL! ¿NEGLIGENCIA, ESTUPIDEZ O PERVERSIÓN?
Por: Marco Antonio Figueroa Quinto
* Mediocres con poder en base a recomendaciones, suerte o haber actuado en su momento como alfombra, hacen de esto su vida *Conductas vergonzosas y vergonzantes que ejercen hombres y mujeres; las que deben desaparecer para siempre
En diversas actividades, sean estas particulares o públicas muchas personas pertenecientes a la clase trabajadora han sufrido en carne propia comportamientos nocivos hacia ellos, poniendo el empleador o encargado de dicha sección o responsabilidad pretextos en el mal desempeño de sus actividades, por lo regular causadas por enfermedad, licencias por ingravidez, cumplimiento de un horario normal sin excederse en complacer horarios extras sin remuneración, y otros más (diferenciando aquellas que individuos –hombres y mujeres de diferentes edades- por gusto, ambición o mediocridad, soportan humillantes conductas; que los cosifican y denigran, regularmente esto se ve dentro de los partidos políticos corruptos y dependencias públicas donde políticos nefastos y abominables fomentan dichas prácticas ¿Qué si lo hay? ¡Claro que sí, y vuelven por sus fueros!) las que no son siempre ciertas y causan angustia e inseguridad. Para ello vamos a incursionar en lo que muchos llaman acoso laboral; el que se puede dividir en acoso psicológico y acoso sexual. Si bien llama más la atención el segundo, es más complicado comprobar el primero porque suele ser confundido con las exigencias meramente laborales del patrón o jefe, por ello muchos se atienen a ello, reiterando dichas conductas de exigencias exageradas, negligentes, disparatadas y estúpidas, de la que hemos sido testigos que se ejercen el algunas personas, saliendo bien librados estos (as) desequilibrados (as); que se amparan en la institucionalidad ¡Ver, para creer! Iniciaremos con hacer una distinción entre hostigamiento y acoso laboral. Así, se considera que hay hostigamiento cuando el agresor tiene un puesto más alto que la víctima (hombre o mujer); y se considera que hay acoso cuando el agresor no es jerárquicamente mayor que la víctima, pero sí ejerce un abuso de poder que conlleva a un estado de indefensión y riesgo para ésta, muchos vemos ambas cuestiones similares, tanto hostigamiento y acoso; en ambos casos se trata de una figura, un verbo o una acción que remite a una forma de lastimar, de perseguir o de intentar conseguir algo; regularmente un favor sexual, mediante caminos no éticos, pero en la mayoría es sometimiento, para satisfacer egos, los que surgen de complejos de inferioridad o desajustes mentales. Debemos entender que es más grave la violencia laboral cuando se intenta presionar, constreñir o perjudicar a una persona subordinada, subestimando sus servicios y su profesionalismo, o condicionando su permanencia en el puesto, su ascenso o su mejoramiento en general, a cambio de favores o complacencias de orden sexual ¡Increíble que esto suceda en pleno siglo XXI pero las evidencias son claras, aunque las autoridades sean condescendientes con los victimarios, ya que las víctimas por lo regular desisten en un proceso jurídico, en el que muchas veces son favorables al primero, no por razones sino por otros cuestionamiento$! El acoso laboral en las dependencias gubernamentales se da sobre todo porque con cada administración llegan nuevos equipos de trabajo, y si un nuevo jefe -sin importar la jerarquía dentro de la administración- quiere que una persona determinada venga a trabajar con él porque ha contraído un compromiso laboral o político, porque le resulta útil y le ha dado confianza anteriormente, porque es aplicado y eficiente, porque es su amigo o amiga, al tomar posición inicia molestando a quien le tocó como secretaria o asistente, evidenciándole que hace mal todo, aunque no sea así, y al emitir comentarios malintencionados sobre la calidad de su trabajo, la obligará a repetir sus actividades, a quedarse más tiempo del necesario en su puesto. El siguiente paso puede consistir en humillarla y descalificar su trabajo delante de los demás empleados. Sin duda que los acosadores y hostigadores; por lo regular enfermos de poder y sin escrúpulos se salen con la suya, pero para eso se necesita que los acosados y hostigados callen y se sometan, lo que todavía es más grave, ya que ello acrecienta el poder de estos malvados. Por más humilde que sea el trabajo que cualquier ser humano desempeñe, este deberá anteponer su dignidad y valentía para desenmascarar a entes viles y perversos. ¡Estamos! [email protected]