Grados de responsabilidad sobre el éxito o fracaso escolar.

GRADOS DE RESPONSABILIDAD SOBRE EL ÉXITO O FRACASO ESCOLAR: LOS DIVERSOS TIPOS DE PADRES DE FAMILIA

Por: Marco Antonio Figueroa Quinto

II parte

*Los diversos tipos de padres, con diferentes percepciones sobre la realidad actual en la escuela

¡Claro que influyen en la educación de las nuevas generaciones!

En reflexión anterior supuse que había quedado claro que el éxito o fracaso escolar, no solo involucra a los docentes, sino que otros actores comparten tal responsabilidad; hoy precisaremos lo que respecta a uno de ellos: los padres de familia. Antes de abordar y precisar el tema medular, advierto que independientemente de los temores que el gremio magisterial tiene hoy sobre las incógnitas del nuevo régimen, que son válidas por la evidente politización y retrogradismo de sus dirigentes (oficiales y sindicales); pese a las bondades que se cuenta trae la mencionada “Reforma Educativa”. Ahora se dice y con cierta razón; que durante años los egresados de las normales públicas tenían garantizada la plaza de maestros y en esas escuelas bastaba inscribirse y no morirse para obtener el título con el que se obtendría prebendas de por vida. ¡Así eran las reglas del juego! Ahora son otras las reglas del juego, y han invadido la docencia profesionales de otras disciplinas, muchos de ellos pervirtiendo esta excelsa labor, y que los docentes de carrera tienen que cargar con estos estigmas; además de que hay maestros esforzados y dedicados, por vocación y conciencia personal, pero su talento o su compromiso no es lo que el sistema ha premiado, ya que los que “destacan”; consiguen doble plaza, ascienden o consiguen una jugosa comisión sindical son los que demuestran lealtad y disciplina –más bien sumisión y complacencia- a sus dirigentes, no quienes mejor dan clases ¡Lo que siempre será lamentable!. Dejando tal cuestión ahora abordaremos los tipos de padres de familia con que diariamente los docentes conviven; cada uno de ellos con ciertas características, las que deben ser aceptadas por los responsables de la enseñanza de sus hijos, cada uno con ciertas angustias, traumas, conductas y presiones que se retratan en su conducta dentro del salón de clases y extramuros, así como el nivel de aprendizaje que obtengan. En primer término ponderamos una especie de padres casi en extinción; el padre autoritario, este tipo de padre era muy común en las familias de antaño, cuando el padre intentaba tener controlados a sus hijos y como consecuencia era un hombre muy estricto que se apegaba a las reglas en su cultura y en sus tradiciones familiares. El padre autoritario es muy alto en reglas y muy bajo en amor u afecto hacia sus hijos. Los hijos de un padre autoritario son muy infelices, reservados y tienen muchísima dificultad para confiar en las personas. Estos papas viven remarcando las fallas del hijo, de la esposa, del docente y de todo su alrededor, afirmando que nadie puede ser tan hábil ni tan astuto como él, olvidando en darle importancia a los logros y aciertos de los hijos, mucho menos de los docentes; lo que afecta seriamente estima y elecciones de alumnos y la autoridad del docente en el aula. Últimamente y sugestionados por las circunstancias de violencia en la sociedad abunda el padre represor, padres excesivamente precavido, que no deja hacer nada a sus hijos, viven pendientes de todo lo que estás haciendo y, por las dudas, de lo que puedan estar pensando hacer. Algunas variantes son los represores miedosos, los que se anticipan a cada acto, así mismo los represores moralistas; que intervienen antes, durante y después de cada acto que consideren inmoral, el represor controlador en otras palabras, es el padre policía. Estos padres ejercen en la familia una función vigilante constante, persiguiendo, husmeando y reprimiendo, sin darse cuenta de que con estas actitudes los hijos sienten inhibición, miedo e inseguridad de poder compartir con ellos lo que les está pasando, en ocasiones intimidando a los docentes en su actividad. Otro de los típicos padres, les conocemos como el padre duro, este es otro modelo fácil de encontrar, son aquellos que terminan condenando, y no perdonando, cada falla, travesura o equivocación, los que no aceptan excusas ni justificaciones, en algunas ocasiones desvían su atención al trabajo del maestro, afectando relaciones internas, de estos derivan los padres violentos, domina en estos padres el comportamiento violento frecuentemente acompañado por golpes, entre estos distinguimos a la vez padres inestables; aquellos que después de pegarle a sus hijos y gritarles frases ofensivas, sienten remordimientos y piden perdón tratando de compensarlos, con regalos o concesiones, por culpa que sienten por lo que hicieron, entre otras cuestiones indulgencias respecto a las exigencias escolares, erigiéndose como defensores ante el “exigente maestro”. El padre sobornador Es aquel padre que carece del poder necesario para ejercer autoridad y apela sistemáticamente al regalo o a la extorsión para influir sobre sus hijos de manera dominante, generalmente tales conductas se perciben en papás separados se identifican con este modelo: ” el regalo” les garantiza un aliado en contra de su ex. Constantemente te dará cosas materiales, buscando tu respaldo y anhelando formar una alianza para contrarrestar los poderes del cónyuge, estos chicos aprenden el arte del soborno, llevándolo a las aulas con pésimos resultados. Los padres decepcionados, que adoptan un papel de víctima ante el comportamiento de los hijos, debido a su desinterés. Al contrario del padre catedrático, que descalifica el trabajo en el aula, aquellos que siempre tienen un comentario “certero” para fundamentar y respaldar su actitud que toman en sus comentarios y vida de sus hijos. El padre contradictorio e incoherente; estos son los padres que defienden el ” haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Pero el padre niño, es aquel que no cumple su rol, sino que es uno más de los chicos de la casa, de ellos hay diferentes variedades. El padre niño vengativo Este tipo de padre es el que tiene como lema las frases ” Me las vas a pagar” u ” Ojo por ojo, diente por diente”, utilizando puntos débiles, donde sabe que más va a dolerle o molestar a los críos, para vengarse por no haber hecho las cosas como él quiso. Padres blandos, o defensores de sus hijos; este se caracteriza por la poca presencia o firmeza como modelo, sostén y autoridad en su hogar, pero que se subliman fuera de ella, principalmente ante las quejas del docente sobre las anormales conductas de sus hijos, figura débil, floja, frágil, endeble ante los hijos y conflictiva en la escuela. Por último, los padres invisibles, éstos que siempre están ocupados, haciendo horas extras en el trabajo y si con su familia nunca está, mucho menos estarán en la escuela. Las diferentes características de los tipos de padres que se les comparte, son una muestra de los diversos tipos de personajes que llevan al aula a sus hijos, los que abrevan en casa la educación que compartirán en el aula con otros compañeros –de distinto sexo, religión, raza, edad, estatura, peso y otras características físicas-, docentes, directivos y demás actores de la escuela actual; donde mostrarán conductas, acciones, actitudes, aptitudes, costumbres, valores muy propias, las que tendrán que convivir en el período escolar de la mejor manera. ¡Claro que todo esto influye en el éxito o fracaso escolar! Y en que forma ¡Por ello debemos ser a la vez mejores padres, padres de excelencia, integrales y con valores perennes! Seguiremos con más de este tema, en la siguiente colaboración, donde trataremos a otros de los protagonistas que influyen en estas cuestiones importantes de la educación de las nuevas generaciones ¡Estamos! [email protected]