¿Tantos requisitos así?
Ramón Durón Ruiz | Tiempo de Veracruz | abril 25, 2013 at 9:18 PMEL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¿TANTOS REQUISITOS ASÍ?
Por Ramón Durón Ruiz
Con motivo del 25 aniversario de la fundación del Colegio de Bachilleres de Tamaulipas, su talentoso Director Dr. Carlos Castro Medina, programó con su equipo de trabajo se llevaran a cabo una serie de eventos para conmemorar con gran categoría, un año más de fructífera existencia.
En el COBAT, hay una generación excepcional de maestros, que en el altiplano o en la lejana serranía, en la frontera o en la planicie, en el ejido o la colonia popular, con moderación de recursos, sin plantones, mucho menos marchas, tomas de edificios gubernamentales, violencia, bloqueos de autopistas, que alteran la vida económica y social de las ciudades; saben cumplir con calidad y calidez, con la más alta encomienda que la vida da a un ser humano: darle aire a las alas de nuestra juventud, formar los hombres de bien del presente y del mañana… EDUCAR ALMAS.
Ellos con una capacidad sin límites, llenos de un ejemplar entusiasmo, pasión, mística de servicio, apóstoles de la educación que nunca buscan un pretexto para faltar o para servir, bien saben aplicar las palabras de John Ruskin: “Educar no es hacer aprender al alumno algo que no sabía, sino hacer de él, alguien que no existía.”
El magisterio en COBAT, con un orden ritual se organiza y sabe reconocer las fortalezas y debilidades de sus alumnos, trabajan para darles el impulso suficiente que les ayude a andar su camino con renovado brío.
Sus maestros les recuerdan que sus posibilidades son infinitas, si se atreven a sacar fuerzas de sus debilidades y luz de sus poderes, para que brote el espíritu guerrero que anida en nuestra juventud, que más que riqueza o poder, sueña con trascender, para hacer de ellos campeones de la esperanza.
Para muestra un botón. En el evento inaugural, se distinguió a Roberto Adolfo Blanco Rocha, un joven campesino del municipio de Hidalgo, Tamaulipas, quien diariamente camina varios kilómetros para llegar a estudiar el 4to semestre en las modestas aulas del Centro de Educación Media Superior a Distancia del Estado de Tamaulipas (CEMSADET 09), del ejido Oyama.
Él, –hijo de un modesto campesino– ha sabido aprovechar plenamente las oportunidades que la vida y el gobierno le brindan a través de la educación. Sin antes haber conocido una computadora, ahora es primer lugar en el Pre nacional de la Olimpiada Mexicana de Informática y tercero en la Olimpiada Nacional.
Roberto, en COBAT no sólo aprendió de computación, también asimiló que la vida tiene variables infinitas para aquellos que se deciden a seguir el ejemplo de sus maestros, aprender con ellos y de ellos, y se enfrentan a la vida decididos a triunfar y trascender.
Cuando asimilan la importancia de sentir que están hechos para la grandeza, a creer en sí mismos, a “Dejar de temer a perder y mejor principia a temer a no ganar”, emergen el cúmulo de valores de los que sus maestros los llenaron, mismos que los han llevado a aprender que tienen alas, experimentar que si “estamos hechos de la misma materia que los sueños”, hay que darse permiso de creer en sí mismo y volar.
Para el viejo Filósofo, es un auténtico homenaje a la mexicanidad, conocer un puñado de extraordinarios maestros, que cada mañana llenan a sus alumnos de optimismo y de una pasión sin límites, que los hace vibrar hasta las fibras más intimas con la Patria y sentirse ganadores; es decir gozar ser parte del milagro de la vida.
Sus maestros les educan para recordar que cuando Bartolomeo Cristofori inventó el piano en 1700, dejó abiertas las infinitas posibilidades para crear piezas musicales, así el universo cada día tiene las puertas abiertas a su entusiasmo y alegría para crear un mundo mejor.
Maestros y alumnos saben que si en algunos lugares de la geografía nacional, la democracia camina al filo de la navaja, aquí ellos, con las limitaciones económicas y físicas de su entorno, pero con un carácter de campeones, en este país de oportunidades, se preguntan: ¿Quién dijo que no se puede?
Resulta que con la humildad propia de los grandes hombres, el Papa Francisco se decide a confesar a un argentino que así se lo solicita:
—Su santidad shho que soy demasiado sumiso le pregunto: ¿Qué necesito para entrar al cielo?
—Ser humilde y sencillo.
—¿Tantos requisitos así?
[email protected]/Facebook: filosofoguemez/Twitter: @filosofoguemez