Ingeniero Enrique Francisco Pasquel Jiménez
César Augusto Vázquez Chagoya | Tiempo de Veracruz | junio 6, 2013 at 7:18 PMPasillos del Poder
Por: César Augusto Vázquez Chagoya
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6 de JUNIO de 2013
INGENIERO ENRIQUE FRANCISCO PASQUEL JIMÉNEZ
NOTA DEL AUTOR. Conocimos a Enrique Pasquel hace más de 5 años, en un esfuerzo por rehabilitar la ruta de “El Piojito” en las montañas de Coatepec, Xico y Teocelo. No sólo nos orientó, sino que nos compartió un video de lugares históricos del famoso tren que nos eran totalmente desconocidos. Lo que más nos llamó la atención de Pasquel que siendo un sabio, no se guardaba las cosas para él, sino con asombrosa sencillez nos enseñó lo que sabía. Este artículo de mi amigo Humberto Silva Mendoza nos muestra de cuerpo entero este gran hombre. En diciembre pasado, Silva (quien escribe de su amada Xalapa) nos comentó que Don Enrique estaba un poco malo, sigue enfermo, pero ¡ánimo!… Gracias a los dos por esta historia tan bonita y llena de cultura.
Nació el 29 de junio de 1944 en esta ciudad de Xalapa, en la casa paterna, ubican en la xalapeñisima calle de Hidalgo. Es sobrino de don Leonardo Pasquel Caranza, el académico y literal que amo a Xalapa; escribió libros dedicados a esta bella ciudad que han dado la vuelta al mundo, distinguiéndose “Perfiles de Xalapa”, publicado en 1949.
Don Enrique emigró con su familia cuando tenía seis años. Estudió en la capital del país la primaria, preparatoria, en 1967 ingresó en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, graduándose como ingeniero civil en 1971.
Una vez recibido, a los 27 años, inició su trabajo en la construcción de obras en diversas empresas, tanto privadas como gubernamentales, destacando la construcción de la carretera Toluca-Temaxcaltepec- México. Fue inspector técnico de obra en el programa de construcción de escuelas en todo el país.
En esa época obtuvo la maestría en Restauración Arquitectónica de Bienes Culturales. En 1980 fue designado jefe de Proyectos y Construcción en INFONAVIT de Veracruz.
Su padre fue don Carlos Amador Pasquel Caraza, miembro de familia xalapeñas de tradición que formaron parte de los ciudadanos de principios del siglo pasado, propietarios del ingenio la Concepción y considerables extensiones de terreno donde dieron trabajo y cabida a muchos lugareños que encontraron a esta familia no sus patrones sino sus benefactores, de quienes guardaron un fraterno recuerdo durante toda su vida.
En las sobremesas familiares de aquella familia, don Enrique Pasquel escuchaba desde niño leyendas del Xalapa antiguo, pasajes de su historia, anécdotas y biografías de personajes locales y célebres, todo relatado por su padre con elocuencia y amenidad, que hacía a la familia disfrutar de verdaderas tertulias cotidianas alrededor de la mesa hogareña.
Don Carlos Amador Pasquel falleció en diciembre de 1959. Desde esa época el ingeniero Enrique inició lo que sería afición por el resto de su vida, la fotografía de las calles y sitios pintorescos e históricos de Xalapa. En 1975 fue nombrado Cronista de la ciudad de Xalapa por el alcalde de aquella época. Actividad desarrollada durante diez años, con prolífica producción de relatos, comentarios y análisis históricos de la ciudad.
En 1998 escribió en el Diario de Xalapa, la historia prehispánica colonial y contemporánea de esta ciudad, de los siglos XVI a XX, bajo el título de “Breve historia de Xalapa”, que consta de cincuenta capítulos, en donde se percibe el profundo cariño por su tierra natal.
Su análisis concienzudo de la Xalapa prehispánica es una revisión documental y amena de lo que fue el suelo de nuestra ciudad en siglo XII y la descripción de las guerras totonacas contra conquistadores españoles es por demás interesante e involucra al lector en la lectura de esos relatos.
La historia del Convento de San Francisco ilustra al xalapeño actual sobre este monumental fortaleza del siglo XVI, construido por Hernán Cortés perdurando en el centro xalapeño hasta 1886 cuando fue derruido durante el mandato del general Juan de la Luz Enríquez. En este texto hace una reflexión sobre los intentos que hubo de construir un mercado en el sitio donde estuvo el monasterio y se pregunta con el sentido del humor que lo caracteriza ¿Qué haríamos hoy los xalapeños con un tianguis en pleno centro histórico de nuestra ciudad?, quizá tendríamos que pasar entre rábanos y lechugas.
En el año 2000 diseño la maqueta del convento franciscano. Esta pequeña escultura es una reproducción fiel y objetiva de aquel monasterio cuya construcción era una verdadera fortaleza. Se exhibe en el Ágora de la Ciudad.
Sus escritos nos han permitido conocer detalles de la visita de Porfirio Díaz a Xalapa 1898, los sucesos en Xalapa en el tiempo revolucionario, los terremotos sufridos por esta ciudad en 1920. Mención especial merece su análisis de los conflictos agrarios región y religiosos en Xalapa, en el año de 1927
La descripción del incendio del mercado Jáuregui el 28 de mayo de 1952 es una referencia histórica de la que pocos investigadores se han ocupado, don Enrique Pasquel lo ha hecho en forma sencilla e ilustrativa como deben ser los textos culturales.
El Ingeniero Enrique Francisco Pasquel Jiménez contrajo nupcias en 1973 y procreó cinco hijos, una mujer y cuatro varones; José Enrique, Ana Margarita, Carlos Andrés y Jorge Alberto; tiene cinco nietos. Actualmente es perito valuador de bienes inmuebles.
Don Enrique tiene sesenta y nueve años, su salud se ha visto quebrantada por un sorpresivo padecimiento, pero lo ha afrontado y está ganando la batalla gracias a su amor por la vida, sentido del humor y deseos de vivir para seguir escribiendo y disfrutando el Xalapa de sus amores.
El ingeniero Enrique Francisco Pasquel Jiménez es un xalapeño célebre a quien su modestia a ultranza, engrandece su calidad humana e intelectual, ama a nuestra ciudad y lo demuestra cada minuto con sus escritos, fotografías, pláticas amenas impregnadas de humorismo y conocimiento de la historia de Xalapa de ayer y de hoy.
Estas páginas rinden homenaje a nuestro amigo, xalapeño, cronista de la ciudad, escritor, historiador, ser humano cálido y entrañable.